Chocolate a la Taza Coviran

Mañanas de invierno: chocolate a la taza

Si piensa en frío, lluvia y viento… ¿Qué te viene a la cabeza? Otoño, invierno, chimenea y ¡una deliciosa taza de chocolate caliente! Y es que no puede haber nada tan reconfortante como calentarte las manos con el calor de una taza llena de bebida chocolatada, solo con aspirar su delicioso aroma ya te sientes lleno de energía. 

Además, a ti te gusta tomarlo espeso y prepararlo como se ha hecho toda la vida: disolviendo lentamente las onzas de chocolate en leche, a fuego lento en un cazo, y si es en una cocina de gas mejor que mejor; como si volvieses a tener cinco años y no hubiese mejor manjar en el mundo. 

El chocolate a la taza Covirán es ideal para este preparado, que ha conquistado los paladares de cientos de generaciones desde los mayas y aztecas.

Cómo preparar chocolate a la taza bien espeso

Aunque en algunos sitios el chocolate a la taza se prepara con agua para conseguir mayor espesor lo ideal es hacerlo con leche entera – con ese aporte graso conseguiremos ese espesor que tanto nos gusta al remover con la cuchara.

Calentamos la leche en un cazo – si este tipo de chocolate te resulta demasiado intenso puedes añadir a la leche una cucharada de azúcar. Antes de que vaya a arrancar a hervir añadimos el chocolate y una pizca de sal; y mantenemos a fuego lento, moviendo constantemente con una lengua de silicona, varillas de repostería o cuchara de madera hasta que hierva y esté bien homogéneo y sin grumos, apartamos del fuego y dejamos que deje de burbujear.

Si quieres dar un toque especial a tu receta, cuando incorpores el chocolate al cazo puedes añadir canela, vainilla o un licor. En México es costumbre añadir una pizca de pimienta para hacerlo picante.