Ajonjolí Coviran Cristal

Llámalo sésamo o ajonjolí, de las dos formas suena bonito

El sésamo es originario de Oriente Medio, India y África. Posteriormente llegó a América con las rutas comerciales y los pueblos que utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos.

Una semilla perfecta para dulces y salados

Es fácil encontrar las semillas de ajonjolí en numerosas recetas de repostería: rosquillas, galletas y panes. A día de hoy el pan de hamburguesa con semillas de sésamo es un clásico.

Pero también es el toque especial de algunos platos salados, como el tahini – o la tahina, es una pasta hecha a partir de semillas de sésamo molidas – que se puede untar directamente como la crema de cacahuete, y que se usa como ingrediente de varios platos orientales como el hummus.

Si has hecho rosquillas tendrás que aprender a conservarlas: algunos consejos

Si has hecho rosquillas o galletas con semillas de ajonjolí o anís y te han sobrado unas cuantas, te damos algunos trucos para alargar su vida y que sigan deliciosas durante unos días.

Lo mejor es guardarlas en una caja metálica o un tarro de cristal, en ambos casos es importante que cierren bien, y si es hermética mejor que mejor. Evita las fiambreras o tuppers de plástico.

Aunque lo mejor es guardarlas en un armario donde no reciba la luz del sol ni esté cerca de puntos de humedad. Si vives en una zona húmeda, puedes poner un saquito de tela con sal o arroz, ambos son muy absorbente y retrasarán la aparición de moho y que se reblandezcan.

En cualquier caso, nunca debes congelarlas o meterlas en el frigorífico.