Chicle Clorofila Coviran Grageas 32 Unid

Chicle sabor a clorofila Covirán: el que más pica 

Su sabor es parecido al de la menta pero más intenso y con un efecto picor, de esos que te hacen cerrar los ojos porque se te saltan las lágrimas. 

Curiosamente, la clorofila tiene parecida a la de la sangre en los seres humanos, aunque  contiene magnesio en lugar de hierro. Entre sus propiedades destacan los antioxidante, los  altos niveles de vitamina A, C y E.

Y para ser exactos. ¿Qué es el chicle?

El chicle original es una gomorresina que se obtiene del tronco de un árbol con el mismo nombre. El tzictli en náhuatl, que mascaban algunos de nuestros antepasados, es una savia gomosa, un poco dura, aromática y de sabor ligeramente dulce que se obtiene del árbol Manikara zapota, conocido como chicozapote, que originalmente se encuentra, sobre todo, en México.

En realidad, aunque le llamamos chicle porque la textura es muy similar, lo que masticamos actualmente es goma de mascar; que se obtiene a partir de un tipo de resina plástica o del xantano. 

Masticar chicle tiene efectos neurológicos

En la antigua Grecia, los filósofos animaban a sus alumnos a masticar chicle para aumentar su capacidad de concentración y capacidad de razonamiento; entonces se trataba de una masilla realizada con resina de lentisco, a la que se suponían propiedades curativas.

En este mismo sentido, a los soldados de EE. UU. durante la Primera Guerra Mundial se les suministraba chicles porque se creía que aumentaba la concentración y ayudaba a aliviar el estrés.